Dijo el poeta español Marcos Ana, apresado por el régimen franquista:
"Al recobrar la libertad, mi choque con la vida fue lo más tremendo. Muchas veces, inclusive hoy mismo, la gente me pregunta qué fue lo más duro para mí: los veintitrés años de prisión, la condena a muerte, la tortura, la separación de la familia... Yo respondía y respondo siempre con lo más inesperado: Lo más difícil fue la libertad".
Estar veintitrés años preso, desde tan temprana edad (16 años), debe agotar la vida de tal manera que cuando se cumpla la condena estamos incapacitados para vivir. Pero ya sabemos que el animal humano, es el más hábil de todos para adaptarse a las más diversas situaciones y todo lo puede soportar. Inclusive puede decirse que su hábitat es más extenso que el de las demás criaturas que vivimos en este planeta; puede ser toda la gama que va desde el infortunio hasta la prosperidad, en cualquier latitud o altitud.
"Al recobrar la libertad, mi choque con la vida fue lo más tremendo. Muchas veces, inclusive hoy mismo, la gente me pregunta qué fue lo más duro para mí: los veintitrés años de prisión, la condena a muerte, la tortura, la separación de la familia... Yo respondía y respondo siempre con lo más inesperado: Lo más difícil fue la libertad".
Estar veintitrés años preso, desde tan temprana edad (16 años), debe agotar la vida de tal manera que cuando se cumpla la condena estamos incapacitados para vivir. Pero ya sabemos que el animal humano, es el más hábil de todos para adaptarse a las más diversas situaciones y todo lo puede soportar. Inclusive puede decirse que su hábitat es más extenso que el de las demás criaturas que vivimos en este planeta; puede ser toda la gama que va desde el infortunio hasta la prosperidad, en cualquier latitud o altitud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario